El diagnóstico es sintomático, es decir, es fácilmente reconocible por los síntomas que presenta, tales como rigidez de nuca y espalda, dificultad para tragar y respirar y reflejos anormales. El pediatra preguntará por el calendario vacunal, puesto que es improbable que se trate de esta enfermedad si el niño está correctamente vacunado.
Las pruebas diagnósticas para confirmarlo son:
- Cultivo orofaríngeo
- Cultivo de heces
- Análisis de sangre y orina
- Punción lumbar
TRATAMIENTO
Esta enfermedad no tiene cura, el tratamiento se basa en hacer que el paciente esté lo más cómodo posible. Se pautarán analgésicos para tratar los dolores y la fiebre, fisioterapia en los casos en los que sea paralizante. Si hay complicaciones como la gastroenteritis se pautará una dieta blanda.
Fuentes:
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